Santuario Fushimi Inari: Las puertas del cielo.
08/10/2015
Viajar por Japón es sentir que en la mayoría de sus rincones encontramos sensaciones de magia y de espiritualidad. Uno de los lugares donde más tuvimos estos sentimientos fue en el Santuario Fushimi Inari, un sitio único en todo el mundo.
Es uno de los templos más conocidos, importantes y visitados de todo Japón. Tiene una gran antigüedad, ya que fue construido en el siglo VIII. El dios Inari es uno de los dioses más queridos y venerados de la religión sintoísta.
Hay que tener en cuenta que este dios tiene más de 30000 templos dedicados a él en toda la geografía nipona. Inari es el dios del arroz y del sake. El arroz es todo un símbolo en Japón, ya que representa la riqueza y la prosperidad en la vida.
Este templo se encuentra en las afueras de Kyoto, ya que es uno de sus distritos, y es muy sencillo llegar desde esta ciudad y desde Nara.
Desde la estación de tren de Fusihimi Inari, el santuario se encuentra a 3 minutos. Podremos llegar a través de la compañía privada Keihan o como hicimos nosotros con nuestra tarjeta JR Pass por la línea JR Nara. Tendremos que ir a los andenes 8, 9 y 10 para montarnos en el tren para llegar a nuestro destino. Hay que tener en cuenta que los trenes rápidos o de paradas limitadas no paran en Inari. Tenemos que tomar el servicio local y en tan solo dos paradas llegaremos perfectamente en menos de 10 minutos.
Nosotros fuimos desde Nara y es igual de sencillo que desde Kyoto. No os asustéis con los trenes son un poco antiguos y los distinguiréis por su color verde.
Desde que nos bajamos del tren hasta el templo empezamos a encontrar estatuas de pequeños zorros. Estos animales portan una llave en su boca y son los mensajeros del Dios Inari.
En la base de la colina está el santuario Go Honden junto con la puerta de Sakura. Este no es el único santuario ya que hay un total de cinco por toda la ladera de la colina. Aquí encontraremos puestos de comida donde venden unos fideos deliciosos. También hay puestos de recuerdos, amuletos y objetos para realizar ofrendas a este dios sintoísta. Los amuletos, al contrario que aquí, suelen tener una “caducidad” ya que al año se lleva al templo y se colocan allí. De este modo, se vuelve a comprar un nuevo amuleto del que nos desprenderemos de al año que siguiente.
Por todos los sitios encontraremos estas esculturas de zorros conocidos con el nombre de Kitsune. Están representados de un montón de formas por todo el recinto.
Lo que hace único y especial a este templo es el recorrido de cuatro kilómetros que se debe hacer andando hasta lo alto del monte Inari. Todo este trayecto se realiza entre Toriis de diferentes tamaños y dimensiones.
Este camino no es especialmente fácil y mucho menos en verano por el calor y la humedad. Hay que tener en cuenta que hay tramos bastante empinados por lo que hay que tomárselo con bastante tranquilidad. La experiencia se puede convertir en un infierno si no se hace de una forma relajada y con bastante tiempo.
Estas puertas fueron colocadas por diferentes hombres de negocios, gente con grandes puestos, familias e incluso empresas que donaron estas construcciones para poder así conseguir una prosperidad en sus vidas y en sus negocios.
En el recorrido podréis encontrar varios lugares para poder descansar, sentarse y disfrutar de las vistas. En algunas de estas paradas podremos sacar algo de beber y de comer en sus máquinas expendedoras.
Una vez que hayáis subido os recomendamos bajar por otro lugar diferente al de los Toriis. Existen caminos alternativos mucho más interesantes rodeados de lámparas de piedra, una naturaleza espectacular y una tranquilidad que no se respira en la subida.
Por supuesto es uno de los mejores lugares para fotografiar desde todos los ángulos y desde todas sus perspectivas. Os costará un poquito hacer una foto sin algún turista, pero echando un poco de paciencia y siendo rápido con el botón conseguiréis fotos impresionantes.
Hay que tener en cuenta que es uno de los templos más visitados por todos los japoneses por lo que el lugar está atestado de gente. También hay que recordar que este santuario se hizo famoso a nivel mundial gracias a la película norteamericana de 2005 Memorias de una Geisha. Debido a esta película, una gran cantidad de turistas, venidos de todas las partes del mundo, quieren comprobar en persona donde se rodó esta película basada en un famosísimo libro.
En invierno y si madrugamos bastante estaremos prácticamente solos en este lugar. Tened en cuenta que la entrada es totalmente gratuita y no tiene horario de cierre.
Y a ti, ¿te gustó este templo? o ¿quieres visitarlo? Deja tu comentario.