05/05/2015
La gastronomía extremeña es una cocina de fácil elaboración y su punto fuerte son las buenas materias primas que se utilizan. El alimento principal es el cerdo, si es ibérico mejor, pero sin dejar de lado el cordero. Todos estos alimentos se elaboran con buenos aceites de la zona y mieles de la tierra de las Hurdes todo ello se degusta con buenos vinos.
Toda la gastronomía de la zona ha pasado de padres a hijos pero ha sido herencia de los pastores y campesinos que habitaban sus tierras. Los platos tradicionales que se elaboran en estas tierras surgen de la necesidad de aprovechar todo lo que ofrecía la tierra según la época del año.
Las recetas son las mismas en toda la comunidad pero cada pueblo le da un matiz distinto. Agregando o quitando un mero ingrediente hace que en el plato nazca un nuevo sabor.
Ahora os dejamos con una breve selección de los mejores platos:
Para calentar el cuerpo en los fríos días de invierno, aunque también es apetecible en verano, podemos deleitarnos con varios tipos de sopas donde el pan sobrante de días anteriores es la base de la gran mayoría de ellas:
- Sopas de tomate: en las que su realización puede variar dependiendo del pueblo. Contienen tomate y pan, junto con aceite y ajo rehogados. En algunos lugares se le añade huevo escalfado.
- Sopas de ajo: base de pan del día anterior, ajo y aceite rehogados pero siempre con un toque de pimentón.
- Sopa de patatas: la patata es el ingrediente principal, se mezcla con el ajo, el pan y el pimentón dulce típico de la zona. Se le suelen poner algunos huesos o costillas de cerdo para potenciar el sabor. Algunas veces se acompañan de uvas, higos frescos o cebolla cruda.
Si hay un plato muy conocido en Extremadura, ya sea para desayuno o como plato principal esas son las migas. Este plato es de origen pastoril, y aunque se consume durante todo el año, es muy importante por su valor energético en invierno. Se hace al igual que las sopas, se aproveche el pan duro de días anteriores. Lo bueno de este plato, donde la base es el pan picado, con un buen sofrito de aceite, ajo y pimientos secos, sal, agua y pimentón, es que es acompañado con los restos de carne que hubiese como por ejemplo chorizo, trozos magros, panceta, tocino o algún huevo frito. Algunas veces también se puede consumir con sardinas asadas y uvas. Lo mejor de todo es acompañarlas con una bebida caliente o con un buen trago de una bota de vino para así empezar bien la mañana.
En los días en los que no había abundante pan para las migas, el pan era aprovechado para para consumirlo con cachuela, o como se conoce en otros pueblos, caldillo o manteca colorá. Este producto, era elaborado durante las matanzas del cerdo en el que se aprovechaba el hígado frito con manteca, pimentón, ajo y cebolla. De todo ello una vez frío se obtiene una especie de crema de untar con mucha fuerza y se toma con pan tostado. Al igual que las migas es un desayuno muy completo para iniciar el día.
En cualquier rincón extremeño durante la matanza del cerdo sobre el mes de diciembre, se elaboraban los típicos embutidos de la zona, como chorizo, salchichones, morcilla, morcón, lomos. Después se realizaba la curación de los jamones y las paletas para sobrevivir el resto del año con estos productos típicos. Destacar que también suelen hacerse matanzas de ovejas donde se obtienen algunos embutidos como el chorizo de oveja, desconocido en muchos lugares de España.
En toda esta zona se aprovecha lo que nos da la tierra, como por ejemplo los cardillos, una planta espinosa, pero que una vez pelada y cocida, puede hacerse en revuelto de huevos o tortilla. Los espárragos silvestres de esta zona tienen mucha fama y son deliciosos. Hay que destacar las criadillas, que son una especie de hongo, con forma de patata, pero que una vez pelado y cocido se puede hacer también en tortilla o en un revuelto.
Respecto a los pescados, los más consumidos antiguamente eran los de río como las carpas, las tencas o black bass. Esto era así ya que el difícil transporte del pescado al interior procedente del mar era excesivamente costoso. Importante era la conservación de los bacalaos en salazón ya que en muchos de los hogares era el único pescado que se consumían antiguamente.
Si hay que destacar también un plato muy típico son las calderetas tanto de cerdo como de cordero. La caldereta es elaborada con pequeños trozos de carne magra donde se refríen con aceite, sal, ajo, cebolla, pimiento, laurel y vino.
Y qué mejor que ponerle un broche de oro a cualquiera de estas comidas con un buen café de puchero y unos buenos dulces. La variedad de dulces caseros que se realizan es muy amplia. Recetas que han ido pasando de generación en generación como por ejemplo:
Las perrunillas que son unos dulces caseros que son muy conocidos en todo el territorio y los podréis encontrar en cualquier rincón de la zona. Están elaboradas con manteca de cerdo, harina, azúcar, huevos y dependiendo de la localidad se le añade anís. Las roscas fritas o rosquillas, las flores o floretas, los pestiños, las galletas rizadas además de la leche frita son otra variante a degustar.
Todos estos dulces estarán presentes en cualquier fiesta o celebración que se precie. Siempre están acompañados de anís o de aguardiente, pero son dulces tan típicos de la zona que incluso se degustan en el desayuno.
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