Palermo: la esencia del sur de Italia

20/08/14

Hemos viajado por muchos países pero uno de ellos nos tiene realmente tiene enamorado: Italia. Roma y su belleza clásica, Florencia y sus obras renacentistas, la Toscana con sus villas y praderas, y la elegante Milán hacen que Italia sea un destino que siempre tenemos presente en nuestros viajes.

Queríamos conocer el sur con sus gentes pasionales, sus playas e islas y, sobre todo, porque es uno de los lugares más representativos de todo el Mediterráneo ya que es un amalgama de muchas de las culturas que por aquí pasaron. 

 
 

Al primer sitio donde fuimos en la zona sur de Italia fue a la región de Sicilia más concretamente a su capital: Palermo. Comenzamos la visita teniendo como destino el aeropuerto internacional Palermo-Punta Raisi veníamos de Madrid y el viaje fue rápido y bastante cómodo.

Con casi un millón de habitantes esta ciudad es un lugar ideal para pasear por toda la historia que se ha vivido a lo largo de los siglos en todo el Mediterráneo. Aquí se puede disfrutar del patrimonio artístico y arquitectónico de árabes, normandos, bizantinos así  como descubrir restos púnicos y claras referencias al barroco y al neoclásico. Pasear por Palermo es como leer un libro de arte que te habla de todas las épocas históricas desde el pasado hasta la actualidad.

Uno de los primeros lugares que vimos en Palermo y nos encantó fue su Catedral. Paseando por la vía Vittorio Emmanuel, observando sus pequeñas calles, llegamos a una amplia y espaciosa plaza. En uno de sus laterales se encuentra la Catedral de Palermo. 

 
 

Un edificio muy curioso, ya que mezcla estilos árabes y normandos con neoclásicos. En un primer momento, tuvimos la sensación de que más que un inmueble religioso parecía más un castillo o una fortaleza. Su interior nos reafirma que es un lugar de culto impecablemente decorado. No perderos la capilla de Santa Rosalía patrona de la ciudad. Rosalía fue una niña que al morir trasladaron su cuerpo a Palermo y dice la leyenda que curó la peste que en esos tiempos asolaba la ciudad. Aprovechamos a pasar un rato largo dentro del recinto ya que este viaje lo realizamos en verano y en su interior se estaba a las mil maravillas.

Desde la catedral de Palermo fuimos a la plaza Vigliena más conocida como Quattri canti es el centro de Palermo y sus cuatro edificios redondeados se van iluminando uno tras otro por el sol según la hora del día. Esta zona sería una buena elección para alojarse en Palermo ya que es un buen punto de partida para conocer la ciudad, y en plataformas cómo Venere hay formas sencillas para conseguirlo.

 
 

A muy pocos metros, otra de las plazas más concurridas de Palermo es la plaza Pretoria, lo más destacable es su fuente central, el palacio de Palermo que en la actualidad es el ayuntamiento o la Iglesia de Santa Caterina. Es una plaza bellísima que nos recordó mucho a la ciudad de Florencia.

 

Uno de los edificios más bonitos que vimos, sobre todo, de noche fue el teatro Mássimo. Es el mayor teatro de la ópera en Italia y de los más grandes de Europa. Está dedicado al rey italiano Víctor Manuel II y su estilo neoclásico es impresionante. 

 
 

Como somos un poco morbosillos y nos habían hablado de un lugar muy curioso, las catacumbas de los capuchinos quisimos ir a conocerlas. Está a las afueras de Palermo y en este intrigante lugar hay más de 8.000 cadáveres momificados: hombres, mujeres e incluso niños. Hay que tener estomago para ir pero merece la pena por ser un sitio único. Este lugar comenzó por el 1500 cuando  se embalsamó a un santo italiano. Los siguientes cuerpos que se pusieron en este lugar eran de gente rica que se embalsamaba con elegantes ropajes y los colocaban en diferentes posiciones. Lo más impactante es la parte de los niños embalsamados: escalofriante. Hay un cadáver de una niña que parece que está dormida en vez de muerta, en cualquier momento puede abrir sus ojos y mirarte directamente a los tuyos.


El sur de Italia en estas fechas es uno de los lugares más calurosos en los que hemos estado en nuestros viajes por lo que os recomendamos una gran botella de agua y un buen sombrero o visera porque el sol calienta a traición.

Para finalizar el día nos fuimos a la playa de Palermo conocida como Mondello. Se pone hasta arriba de gente ya que es donde más le gusta ir a los Palermitanos, tenerlo en cuenta si no os gustan las aglomeraciones. 

 

Es una playa espectacular con arena blanca finísima y sus aguas son cristalinas, pero tener en cuenta que es privada, como la mayoría de las playas de Italia. Si vais en coche hay parking privados, que suelen ser familiares, por unos cinco euros os alquilan una pequeña parcela para aparcar. 

Impresionante su atardecer que lo disfrutamos junto a unas bolas de arroz empanadas rellenas de carne que estaban riquísimas y son típicamente italianas. Se llaman arancinis y los venden en cualquier de los múltiples bares o restaurantes que veréis por esta playa.    

 

Otra de las recomendaciones que os hacemos es perderos por las callejuelas del antiguo Palermo, entrar en los establecimientos de toda la vida que encontraréis a vuestro paso, eso sí, tened muchísimo cuidado con los coches y su tráfico. Los italianos no se caracterizan por ser unos prudentes conductores pero los italianos del sur son bastante agresivos con sus coches.

Este es el comienzo de nuestra visita por el sur de Italia. Os iremos contando nuestras experiencias por este magnífico país.

 

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