Nikko: descubriendo los templos más espectaculares de Japón
25/08/2015
Nikko significa en japonés luz del sol y creemos que no se podría haber elegido un nombre más acertado. Esta ciudad japonesa, situada entre montañas, brilla con todo su esplendor cuando nuestros ojos contemplan todos sus formidables templos.
Es una ciudad muy turística, ya que sus templos, santuarios y sus balnearios hacen de este lugar uno de los sitios más visitados de todo Japón. El turismo que se realiza puede ser tanto cultural como religioso.
Está situada al norte de la gigantesca ciudad de Tokyo, a menos de 150 Km de distancia y muy cerca de la tristemente famosa prefectura de Fukushima.
¿Cómo llegar a Nikko?
A través del shinkasen hasta Utsunomiya y luego la línea Nikko hasta el final.
Esta es la opción más acertada si tenéis la JRPass. Es la mejor combinación por su rapidez y porque te saldrá gratis, bueno lo de gratis es un decir...
Si no disponemos de la JRPass, lo mejor es la línea Tobu que nos lleva hasta Nikko en tren rápido.
Cuando llegamos a Nikko y nos bajamos en la estación, la primera impresión que se nos vino a la cabeza es que estábamos dentro de un capítulo de “Doctor en Alaska”. Estaba nevado y esas montañas al fondo nos transportaron directamente a Cicely, el pueblo de la famosa serie. Creíamos que en cualquier momento íbamos a ver a al doctor subido en un arce, pero no fue así.
Nuestro objetivo estaba oculto en esas montañas al final de la avenida. No nos pareció que estuviera muy lejos y decidimos ir andando. Si no vamos con mucho tiempo es mejor realizar este trayecto en autobús, ya que la caminata por aquí es bastante prescindible.
Los japoneses son gente con una sensibilidad extrema para muchas cosas. ¿Dónde veremos algo parecido en ningún sitio del mundo si no es aquí?
Siempre que vemos una Oficina de Turismo nos metemos de cabeza. Siempre llevamos bien planificada la ruta, pero nunca se sabe si sus consejos van a mejorar nuestros planes ya fijados. Al final de “Nihon Romantic Higway” o también conocida como la carretera 119 (la calle que subimos hacia las montañas) nos encontramos con una Oficina. Entrad y preguntad todo lo que queráis ya que con nosotros fueron muy simpáticos y educados.
A muy pocos metros de la Oficina de turismo, nos encontramos con uno de los símbolos de Nikko, su puente sagrado conocido con el nombre de Shinkyo.
Cuenta la leyenda que un joven monje budista llegó a Nikko para desarrollar su sabiduría rodeado de naturaleza. Se encontró con el río Daiya e intentó cruzarlo pero le fue imposible por su inmenso caudal. El monje rezó para lograr una solución. Ante sus plegarias el Dios Jinjaou hizo aparecer dos serpientes de varios colores que formaron un puente entre ellas. El monje cruzó por encima de estos animales y al llegar al otro lado desaparecieron. Gracias a este favor el monje en el año 766 construyó el primer templo: Rinno-ji.
Una vez que cruzamos el puente, por donde pasan los vehículos, llegaremos al comienzo de la zona de Santuarios y Templos de Nikko. Estos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El primer templo con el que nos topamos es el de Rinno-ji. Es una pena porque cuando fuimos estaba en proceso de restauración y tiene pinta de que va a durar algunos añitos.
El monje que lo fundó está pendiente de todos los detalles para que quede perfecto.
Aunque estaba en obras, entramos dentro y nos dejó maravillados por su grandiosidad.
Si tenéis oportunidad de subir hasta arriba de la estructura que cubre el templo, hacedlo ya que las vistas merecen mucho la pena.
Uno de las edificaciones más destacables, es el complejo del santuario de Tosho-gu. Un inmenso torii de granito nos da la bienvenida a este mausoleo mandado construir por un nieto en recuerdo de su abuelo.
Lo primero que nos encontramos es una enorme pagoda. Cada planta representa un elemento como la tierra, el agua, el fuego, el viento y el cielo. Esta pagoda es gigantesca y es para nuestro gusto una de las más bonitas que vimos en todo Japón.
Los edificios son coloristas, majestuosos y ricamente decorados. La simpleza en este entorno no existe, pero a la vez se mezcla con la naturaleza de una forma muy natural.
Recomendamos realizar una visita con una duración mínima de un día entero ya que los detalles de todos los templos, edificios y pabellones harán que el tiempo se esfume sin daros cuenta.
Uno de los relieves más conocidos, que decoran este santuario sagrado, es el de los tres monos sabios. Se cuenta que estos tres monos místicos con los nombres de “Mizaru, Kikazaru, Iwazaru” nos quieren decir que no debemos ver el mal, no debemos escuchar el mal y no debemos de decir el mal.
Se puede entrar dentro de alguno de los templos, pero tened en cuenta que hay que descalzarse para ello. Nosotros fuimos en invierno y pasamos un frío bastante “intenso”.
Muchas zonas del mausoleo se encuentran repletas de farolillos de piedra. Algunas noches son encendidos para disfrutar de un ambiente tremendamente espiritual.
Campanarios y torreones policromados con tonos dorados y vistosos adornan la gran mayoría de los templos de este lugar.
La fuente sagrada está realizada con una gran pila de granito. Sirve para la purificación del alma y el espíritu.
Esta fuente está construida bajo una original techumbre de estilo chino.
Las aguas que fluyen por esta fuente vienen directamente desde la montaña.
Frente a la tumba del abuelo del creador de este mausoleo, hay un altar donde muchos japoneses se paran a orar, rezar sus plegarias y dejar sus peticiones.
La puerta de Yomeimon es uno de los símbolos de Nikko junto a su conocido puente. Su decoración con animales, plantas, bestias y flores es de las más espectaculares que vimos. Una de sus doce columnas está realizada boca abajo, esto no fue un error del constructor, ya que lo que quería este, era crear algo imperfecto para que los dioses no se enfadaran. Creía que una puerta tan perfecta, enojaría a los dioses.
Y sin más llegamos al final del recorrido por estos templos tan sorprendentes. Y a ti, ¿cuál te gusta más? Deja tu comentario.