15/02/2016
Uno de los lugares que no podéis dejar de visitar si vais de turismo a Chicago es el Millenium Park. Se encuentra dentro del inmenso Parque Grant y es uno de los referentes de la modernidad y el vanguardismo de esta ciudad.
Con una extensión de más de diez hectáreas este parque es uno de los lugares más turísticos de la ciudad ya que hay un montón de espacios, monumentos y construcciones que visitar.
Encontrar este parque es muy fácil. Está situado entre la Avenida Michigan (para nosotros era como la quinta avenida de Nueva York), la calle Randolph, la calle Monroe y la calle Columbus.
Antiguamente en este terreno existían varias vías férreas y bastantes estacionamientos. En el 2004 se abrió al público uno de los parques más originales de todo el mundo. Sus horarios de seis de la mañana a once de la noche hacen de este lugar uno de los sitios más visitados y disfrutados por los turistas y por la gente de Chicago.
Tened en cuenta que la entrada es totalmente gratuita. Las personas con movilidad reducida se encontrará muy cómoda, porque está totalmente adaptado y tiene en sus instalaciones w.c. limpios, seguros, amplios y totalmente gratuitos.
Hay varios lugares que debéis visitar cuando vengáis a este parque, preparad la cámara porque os hartareis de hacer fotos:
En primer lugar está el Jay Pritzker Pavilion. Es un edificio ideado para albergar conciertos de todo tipo. Su estructura es fantástica y nos recuerda muchísimo al Guggenheim de Bilbao pero con una inmensa pérgola descubierta. Lógicamente nos recuerda a esta construcción ya que su creador fue el mismo: Frank Ghery.
Este espacio tiene un aforo de unas once mil personas. Unas cuatro mil pueden estar sentados y los demás pueden ocupar cualquier lugar debajo de la inmensa pérgola que se sitúa en una gran pradera de césped.
Cuando nosotros estuvimos disfrutamos de la Orquesta Sinfónica del Grant Park. Fue una experiencia única tanto para nosotros como para las miles de personas que llenaban este recinto aunque llovía a mares.
Nos dimos cuenta que es una ciudad que apuesta por la cultura ya que la entrada era gratuita. Es uno de los pocos lugares en Estados Unidos que apuestan por la cultura para todo el mundo, democratizando la música de cualquier tipo.
Durante todo el año este escenario es el protagonista de conciertos de música góspel, jazz, rock, obras de teatro e incluso para impartir clases de gimnasia y de yoga.
El jardín de Lurie es todo un deleite para los sentidos. Con más de 10.000 metros cuadrados, que se dice pronto. Nos podremos perder por sus calles disfrutando de los olores de cientos de plantas aromáticas traídas de todas las partes del mundo.
Podremos observar diferentes paisajes llenos de diferentes flores árboles y plantas separadas por un arroyo que lo atraviesa.
Una de las mejores sensaciones es ir al interior de este jardín. Cuando caminamos por estos senderos nos olvidamos que estamos dentro de una gran ciudad pero cuando miramos hacia arriba los inmensos edificios que nos rodean nos harán darnos cuenta donde estamos realmente.
Es uno de los lugares más relajantes de toda la ciudad de Chicago. Se mezclan dos lugares bien diferenciados: la zona llena de árboles que tiene un carácter más sombrío y otra bien diferente que está llena de plantas perennes que disfrutan al máximo del sol que les da el no estar cubierto por árboles.
La fuente Crown fue una de las atracciones que más nos gustó del Millenium Park. Su originalidad y sobre todo la posibilidad de interactuar fue lo que más nos sorprendió a la vez que nos divirtió.
Dos torres de bloques de vidrió flanquean un suelo de granito negro cubierto de agua. Estas dos torres proyectan desde su interior caras de diferentes vecinos de la ciudad. Ellos gesticulan durante un tiempo hasta que abren la boca y desde su interior un gran chorro de agua cae sobre el suelo. Una vez que ha acabado comienza otra vez con otro vecino diferente. Entre vecino y vecino, las dos estructuras se iluminan y desde sus laterales caen unas cascadas de agua mientras sus luces cambian.
Tanto los niños como los adultos disfrutan muchísimo de este lugar. Cuando hacen buen tiempo los niños andan por el suelo de granito lleno de agua esperando que las bocas expulsen ese gran chorro de agua. Es divertidísimo y nos lo pasamos genial.
El creador de este brillante conjunto fue el artista español Jaume Plensa, que con sus estructuras de más de quince metros, ha logrado hacer del arte una forma de diversión y hacer de este lugar uno de los sitios más concurridos de la ciudad.
Y por último hemos dejado la joya de la corona de este parque: el Cloud Gate más conocido popularmente como “the bean” o el haba por su gran parecido a una judía extraterrestre.
Es la obra de arte más conocida de todo Chicago y se ha convertido en el icono de la ciudad desde el mismo momento que la artista Anish Kapoor la colocó en este lugar.
Su aspecto de gota de mercurio hace que todo lo de su alrededor se refleje como un espejo. La ciudad se proyecta como una película deformada en su estructura. Su carácter sólido y vulnerable a la vez, hace de este monumento un lugar singular.
Advertiros que es de los sitios de Chicago donde más gente nos encontramos. Con palos de Selfie, tirados en el suelo, haciendo fotos directamente a la escultura mientras se reflejan en él. Todas las posturas y poses que os podáis imaginar las estarán haciendo cuando vayáis a verlo. Os recomendamos ir de día y de noche para ver los diferentes reflejos de la ciudad y si queréis tener unas buenas fotos tendréis que madrugar para no coincidir con el tropel de turistas ansiosos por “la foto de Chicago”.
¿Conoces Chicago y este parque?, ¿Qué fue lo que más te gustó del parque? Esperamos tu comentario abajo o a través de @KrrteAndo.
