En Budapest como en casa

16/06/2015

Viajar a Budapest ha sido todo un honor, y más cuando uno viaja en una ruta inaugural aérea. En menos de 3 horas de avión nos presentamos en el centro de la capital húngara.

En esta ocasión, y al igual que hicimos en el viaje a Berlín y a París, nos hemos decantado por la comodidad a la hora de elegir alojamiento. A todos nos gusta estar en hoteles, que nos hagan la habitación, tener el desayuno hecho cuando nos levantamos… pero la verdad es que hay veces que en los hoteles te sientes como un extraño dentro de una habitación. Es por ello que en los últimos viajes nos hemos decidido a viajar buscando un apartamento que nos haga sentir como en nuestra propia casa estando en el extranjero.

Una vez más, nos decantamos de nuevo por nuestra empresa de confianza, que cuenta con apartamentos baratos en Budapest Only-apartments. Al ser un viaje muy rápido, de solo dos días y no disponer de mucho tiempo para movernos en transporte público y demás medios, nos decidimos por alojarnos en pleno centro de Budapest. Para ser más exactos, estábamos en la misma puerta de la Basílica de San Esteban.

Nada más llegar estaba Támas, nuestro casero, para recibirnos con los brazos abiertos. Nos enseñó el apartamento y nos explicó con detalle el uso de todos los electrodomésticos. Además nos aconsejó lugares a visitar, dónde comer, dónde poder tomar una copa… La verdad que nos trató con muchísima amabilidad. Es de agradecer cuando uno llega a una ciudad que desconoce, nos hizo sentirnos realmente como en nuestro propio hogar.

De nuestra casa húngara lo que más nos gustó fue la amplitud de las estancias y de cómo estaba cuidado hasta el último de sus detalles. Como por ejemplo en el baño:

…el salón, donde teníamos una Smart Tv con todos los accesorios disponibles para una experiencia única…

... y sobre todo la gran amplitud de los sofás chaise longues que eran muy cómodos para descansar después de patear por toda la ciudad.

Y ¿por qué reservar un apartamento? Para nosotros es que nos sentimos como en nuestra propia casa o en casa de un amigo que nos la presta por unos días. Puedes ir a supermercados y traer la compra ya que estaban muy cerca del apartamento.

Te da tiempo a prepararte el desayuno tranquilamente, la comida o la cena. No tenemos que estar pendiente ni ser dependiente de horarios de ningún tipo. Y por supuesto, disfrutas de una intimidad que muchas veces en un hotel no se consigue.

Por supuesto, tener tu casa en pleno centro hace que estés cerca de todas los rincones de la ciudad. Desde nuestro balcón teníamos unas vistas espectaculares de la Basílica. Estábamos a tan solo 5 minutos caminando del puente de las cadenas por una avenida peatonal llena de restaurantes y muchas tiendas. El bastión de los pescadores estaba a 30 minutos de paseo e incluso el parlamento estaba a menos de 15 minutos.

Además de sentirte como en casa, si quieres relajarte en un balneario te indicamos que Budapest es la capital de los balnearios desde 1934. La ciudad dispone de 118 manantiales de agua termal y balnearios por muchos rincones, con piscinas cubiertas o al aire libre.