DisneyLand Paris: Descubriendo la Magia

24/03/2015

En un primer momento ni Francia, ni Paris en concreto quería albergar las instalaciones de ocio de esta internacional empresa. Ellos pensaban que este conocidísimo parque de ocio a nivel internacional atentaba contra su clásica historia y su glamour.

Después de más de veinte años los franceses se sienten muy orgullosos de que Disneyland esté en su territorio, ya que se ha convertido en uno de los lugares más turísticos de todo el mundo.  

Nosotros ya hemos estado varias veces en París y teníamos la espinita clavada de no conocer la casa de Mickey en el continente Europeo. Conocíamos la casa que tiene en la japonesa Tokyo y en la China Hong Kong. Esta vez queríamos saber cómo eran las instalaciones francesas de este conocido ratoncillo.

El último viaje que hicimos a Paris no fueron muchos días, por lo que solo tuvimos tan solo un día para conocer todas sus instalaciones. Decidimos comprar la entrada para el Parque Disney Studios y al Parque de Disneyland Paris.

El apartamento lo teníamos en Paris, así que nos dispusimos a ir hasta la parada de metro de Les Halles. Por esta estación pasan un montón de líneas, por lo que es bastante sencillo llegar a ella. Luego cogimos el RER (lo que viene siendo el cercanías de toda la vida) la línea es la A dirección a Marne-la Valle Chessy. Desde la estación de Les Halles hasta Disney se tarda aproximadamente 35 minutos. Nosotros nos pegamos un buen madrugón pero no quedaba otra, el trayecto de llegada es cómodo pero se hace largo además queríamos estar antes de que abrieran para aprovechar al máximo el día.

Llegamos a primerísima hora, nos dio tiempo a dar una vuelta por los alrededores y aunque estábamos helados, dormidos y la niebla era bastante espesa, pero mereció mucho la pena. 

Decidimos entrar primero en el parque Disney Studios para acabar el día en Disneyland Paris.

En este reciento la atracción que más nos gusto fue la montaña rusa de Aerosmith: Rock´n roaller coaster Aerosmith. Se encuentra totalmente cubierto por lo que no ves en ningún momento como es su diseño. Las luces impactantes, el looping de infarto y la excelente banda sonora de este grupo tan cañero hacen de esta atracción la favorita de todos los amantes de las emociones fuertes.

Otra atracción que os pondrá los pelos de punta es La torre del hotel de Hollywood. Un ascensor os hará vivir una experiencia nada recomendable para los que padecen del corazón. El miedo y la adrenalina alcanzarán cotas bastante altas si probáis esta atracción.

Después de tantas emociones decidimos optar por el ratoncito francés más famoso de todos y fuimos a Ratatuille. La acababan de inaugurar recientemente y la verdad nos encantó. Una atracción pensada para el disfrute familiar y que no os podéis perder por nada en absoluto.

Como seguíamos en Disney Studios quisimos conocer de primera mano cómo crean las famosas películas de animación tan famosas en todo el mundo. Aprendimos y nos lo pasamos muy bien viendo cómo nace una película y cómo la hacen realidad.

Intentamos abrir la puerta de Monstruos s.a. para ver si nos podíamos transportar a otro lugar pero no lo logramos. No pasa nada nos lo pasamos genial con Mike Wazowski aunque no sé por qué pero no nos quitaba ojo de encima.

A media mañana, tras haber descubierto casi todo el parque, decidimos ir a Disneyland Paris. No tardamos ni dos minutos en llegar y el recorrido sigue siendo fantástico por sus calles y hoteles de cuento de hadas.

 

La entrada es bastante asombrosa, ya que nada más acceder damos con su avenida principal y su magnífico castillo presidiendo todo el parque. 

Por toda la avenida principal y muy cerca de las atracciones hay un montón de tiendas donde poder comprar todo lo que imaginéis. Recuerdos, regalos originales que llevar a la familia o, por ejemplo lo que compre yo, unas manoplas de Mickey de lo más graciosas y calentitas que hicieron que no se me congelaran los dedos de la manos. Si podéis, visitad Disney con calorcito, se disfruta mucho más.

Como queríamos comenzar con emociones fuertes, lo primero que hicimos fue montarnos en La montaña rusa de Indiana Jones. Fue toda una gozada y buen comienzo. 

Por el parque podéis encontrar a vuestros personajes favoritos aunque tampoco os penséis que es fácil. Nosotros preguntamos a los empleados del parque que amablemente nos respondieron donde poder encontrarlos. Disfrutamos muchísimo haciéndonos fotos con nuestro personaje favorito de Disney. ¡Viva Winnie the Pooh!

Como estábamos bastante destrozados optamos por relajarnos montándonos en el tren mágico. Recorre todo el perímetro del parque de tal forma que podréis verlo entero cómodamente sentados.

Otra atracción que no os podéis perder es Los piratas del Caribe. Nosotros la conocíamos del Disney de Tokyo aunque sus barcos surcando las aguas caribeñas nos impresionaron como si fuera la primera vez. Si podéis tomaros algo en su restaurante es una experiencia única contemplar sus aguas y su pirata decoración. Teníamos la sensación que en cualquiera de sus cascadas Jack Sparrow iba abordar nuestro barco.

Todo el parque está pensado para recrearse al máximo. Os recomendamos no perder ojo de todos sus detalles. Nosotros nos encontramos al gruñón anciano de Up junto con su tierno boy scout. Estas sorpresas las encontrareis si tenéis bien abiertos los ojos.  

Y como guinda del pastel a este día tan mágico fuimos a disfrutar de la última actuación. Como colofón, el Castillo de la Bella Durmiente se transforma y gracias a Peter Pan nos lleva a un mundo mágico de canciones e imágenes de todos nuestros personajes Disney preferidos.

Volveremos, queda prometido. 

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