Ahorra dinero con la City Pass Marsella

22/02/2016

Queríamos visitar la Provenza y sus puntos de interés más destacados. Además, quisimos comenzar el recorrido por esta región en la ciudad de Marsella ya que desde Madrid hay vuelos directos a esta ciudad. El aeropuerto está alejado del centro de la ciudad pero es muy sencillo llegar. El transporte nos llevará hasta la estación de San Carlos de Marsella. Es muy fácil llegar, como os comentamos en otro post.

Marsella es una ciudad costera que está al sur de Francia en la región de la Provenza-Alpes - Costa Azul. Tiene casi un millón de habitantes y es la segunda ciudad más poblada de todo el país siendo uno de los puertos marítimos más importantes de toda Europa.

Es una de las ciudades más multiculturales del país debido a la inmigración que se produjo desde 1950. Después de la segunda guerra mundial esta ciudad quedó prácticamente destruida.

Nosotros quisimos visitar la ciudad de una forma cómoda y optamos por sacarnos la  City Pass  con lo que tendríamos acceso a la mayoría de los lugares de mayor interés y a sus mejores atracciones.

Una de las primeras cosas que hicimos con la tarjeta es subirnos a un trenecito. 

Este nos llevó hasta lo más alto de la ciudad donde se encuentra uno de los símbolos y puntos de interés que no debes perderte. El trayecto es toda una gozada; por lo que ten preparada la cámara de fotos porque no pararas de retratar todo lo que ves.

En lo más alto de la montaña, a 154 metros, está Notre-Dame de la Garde.  La Virgen cuida de los marineros, de los pescadores y de todos los marselleses. Esta colina siempre ha sido un punto importante durante toda la historia. En el pasado era una atalaya defensiva contra ataques y un refuerzo importante al castillo de If para prevenir agresiones a la ciudad.

Desde este punto tendremos las mejores vistas de todo Marsella. Recorriendo el borde de esta Basílica tendremos una visión de 360 grados de la ciudad.

El interior de la Basílica está ricamente adornada con un estilo neobizantino y repleto de dorados. Casi siempre está lleno de devotos que van a rezar delante de su virgen, por lo que no es fácil entrar. El interior es bastante pequeño.

Uno de los museos que visitamos fue el Musee de Regards de la Provence. Un museo heterogéneo, que combina obras vanguardistas, decorando el recinto, como obras de arte no tan contemporáneas.

Gracias a la City Pass, teníamos acceso ilimitado tanto a autobuses, tranvías como metro. Una gozada para poder visitar la ciudad y no perdernos absolutamente nada.

Uno de los museos que más nos gustó, de todos los que vimos en Marsella, fue el que nos cuenta la historia de la ciudad. Nos narra su origen hasta la época de la segunda Guerra Mundial. Vimos la maqueta de un puente de hierro que existía y que unía ambos lados del puerto viejo y que  fue totalmente destruido por una bomba.

Sus casi 6500 metros cuadrados nos parecieron muy interesantes y didácticos para conocer el pasado de la ciudad. Es un museo moderno que aúna perfectamente los yacimientos encontrados de la antigua ciudad y el propio recinto.

Con nuestra tarjeta, también nos permitía hacer el trayecto en barco hasta la isla de If. Esta isla es tan famosa gracias al libro de Alejandro dumas: “El Conde de Montecristo”. El trayecto es todo un placer ya que podemos ver todo el skyline de la ciudad. Lo más importante y lo único que hay en esta isla es la fortaleza, que luego fue una cárcel, y la fue la fuente de inspiración de este famoso escritor.

El recorrido solo nos lleva hasta la isla. Nosotros además, quisimos ir a conocer el cercano archipiélago de Frioul. Para adquirir el billete entre islas, solo tienes que abonar una pequeña diferencia al presentar la City Pass. Es muy buena idea realizarlo, sobre todo en verano. Cuando estuvimos nosotros hacía un mucho calor y acabamos metidos en la playa dándonos un buen baño. Este archipiélago dispone de playas que son bastante áridas, sin apenas vegetación y con unas bonitas calas que siempre invitan a bañarte.

De vuelta en Marsella, no puedes perderte el museo de las civilizaciones Europeas y Mediterráneas. Un lugar vanguardista, con un diseño ultramoderno que alberga una muestra de todas las culturas que viven en torno al mar Mediterráneo. No te sorprendas, si en los alrededores del museo ves a gente local o extranjeros bañándose. Es lo normal, pero ojo, está prohibido.

Desde este museo, podrás volver a la ciudad a través de una pasarela que nos llevará hasta la antigua fortaleza. No os la perdáis.

Paseando por las calles nos damos cuenta que es una ciudad llena de gente de muchos países diferentes. El país donde más gente vino fue de Argelia, gracias a ello, en la actualidad, hay un barrio africano con una gran vida social en el centro de la urbe. Toda esa zona nos gustó bastante. Las tiendas y el ambiente eran únicos. 

Cuando nos marchamos de Marsella, tuvimos que volver a la estación para tomar el bus que nos llevaría al aeropuerto. Id con bastante tiempo a la estación de San Carlos porque las escaleras de acceso son para no olvidar… 

Cuando adquieras la tarjeta, recuerda, que en la oficina de turismo que está al lado del puerto, puedes reservar uno de los tours de la ciudad que está incluido en el precio.

¿Conoces Marsella? Si tienes alguna duda, solo tienes que dejarnos un comentario o escribirnos a través de @KrrteAndo

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