24 Miradas a Oporto
24/11/2014
Después de recorrer Estambul y Roma, hoy os traemos Oporto. Situada en el norte de Portugal y a escasos kilómetros de la frontera gallega, estamos seguros que esta ciudad os acabará enamorando. Sí has leído bien, porque todos llegan a esta urbe pensando que van a una ciudad más y a la hora de regresar a sus casas tienen la sensación de que algo ha cambiado en su interior.
Desde el primer momento, nada más bajaros del avión, la ciudad os dará la bienvenida.
Y tras bajar del metro en la estación de Aliados, podréis descubrir la señorial Plaza de la Libertad, siendo esta el centro administrativo de la ciudad.
Antes de salir de la plaza no te olvides de ver el Águila del antiguo Café Imperial y pasar dentro que no cobran por entrar y es toda una experciencia visual. Mantiene la decoración del antiguo café de los años 30 con sus vidrieras, lámparas y diseño. A su vez es toda una muestra del Art Deco de la época.
Y nada más cruzar la calle no dudéis en entrar en la Estación de "São Bento", donde podréis ver una increíble decoración con los típicos azulejos portugueses en los cuáles nos cuentan la historia del país y de la ciudad. Es considerada la estación de Tren más bonita del mundo. Merece la pena.
Después os recomendamos montaros en el tranvía. Si lo hacéis veréis la gran mayoría de los monumentos y lugares más importantes del casco histórico de Oporto.
Pero las mejores vistas de la ciudad están en lo alto de la Torre de los Clérigos. Subir hasta arriba es algo cansado y no recomendamos hacerlo después de una comida o desayuno copioso. Desde allí arriba tendréis la mejor panorámica de todo Oporto, ya que podreis observar la ciudad en 360 grados.
Nada más y nada menos son 200 escalones los que tendréis que subir pero después de este esfuerzo las vistas son espectaculares tanto de la ciudad, como del Río Duero y también del pueblo llamado Vila Nova de Gaia con sus flamantes y conocidas bodegas.
Paseando por la ciudad llegaréis a Iglesias tan bonitas como la del Carmen. Su exterior es mucho más original y espectacular que su interior aunque si tenéis tiempo entrad y comprobadlo vosotros mismos.
Y cerca de la iglesia del Carmen se encuentra la imprescindible librería Lello e Irmão. Una gran cantidad de libros nos estarán esperando en infinidad de idiomas, pero lo más curioso de este lugar es que aquí se encuentran las famosas escaleras que aparecen en la película del conocido mago Harry Potter. No os dejarán hacer fotos y siempre hay gente controlando que no se hagan. Sed rápidos si queréis una foto emulando al pequeño mago.
Si os perdéis por sus calles tened los ojos bien abiertos ya que en cada rincón os podréis encontrar maravillas como esta iglesia decorada toda su fachada con el azulejo azul tan típico de Portugal.
A la hora de comer en Oporto, el plato estrella de la casa es La Francesinha. Una especie de sandwich de carne, regada con una salsa especial y cubierto enteramente de queso. Este plato es tan delicioso como calórico.
A
A la hora del café no dudéis en ir al Café Majestic y disfrutar de uno de los cafés más típicos de la ciudad. Su decoración, su ambiente y lo rico que están los cafés harán que la expeciencia sea inolvidable (fijaros en sus sillas, maravillosas).
Os recomendamos perderos por sus calles ya que nosotros lo hicimos y descubrimos callejones como este que nos trasladaron a épocas muy remotas de la ciudad.
En ningún momento perderéis el norte, ya que para ello la ciudad está llena de estas señales que te tendrán todo el tiempo orientado. ¿Vamos a Santiago o a Fátima?
Una de las mejores vistas se disfruta desde la plaza de la Catedral. En esta foto también podréis ver la picota donde mataban a brujas, adulteros, reos, pecadores y demás...
Cruzar el Puente de Luís I y llegar hasta el pueblo de Vila Nova de Gaia que se encuentra al otro lado del río Duero es otra de las cosas que debéís hacer obligatoriamente si vais a Oporto.
Bajar por su callejuelas y descubrir todo lo que nos depara cada esquina es de lo más interesante y divertido de esta ciudad, no tanto cuando hay que subirlas. Normalmente cuando se hace turimso hay que llevar un zapato cómodo pero en está ciudad es obligatorio si no vuestros píes no os respoderán adecuadamente.
Disfrutar de los restaurantes, bares y bodegas por la zona de la Ribeira es otra de las tareas pendientes que os tenéis que apuntar. Por supuesto tenéis que probar el vino de Oporto aunque a nosotros nos supo como el moscatel de misa. Realmente está muy bueno tanto en tinto, rosado como en blanco pero nos quedamos con el ribera del Duero.
Al caer la noche, disfruta de las vistas desde el Duero del majestuoso puente. Este puente es el símbolo de la ciudad y gusta a todo el mundo, tanto es así que un grupo de alemanes intentó comprarlo para trasladarlo pieza a pieza a Alemania. Menos mal que no lo consiguieron.
La noche hace que descubramos lugares tan tétricos como la iglesia de San idelfonso pero con un encanto especial.
Por todos los rincónes de la ciudad podrás ver grafittis que son autenticas obras de arte. La falta de medios se suple con una gran imaginación y toda la ciudad huele a arte callejero.
Al llegar el momento de la despedida de Oporto nada mejor que un beso,
Es una ciudad mágica y decadente pero cuando estés allí te irás enamorando de sus gentes, de sus vistas, de su gastronomía...
Y estarás deseando volver cuanto antes a esta bella ciudad.
19/10/2015 20:34
Viajando Nuestra Vida
Vale... nos ha enamorado!! Nos parece muy buena propuesta para una escapada ;) apuntado!
20/10/2015 00:19
José Ángel KrrteAndo
Os va a encantar y a beber buen vino!