24 Miradas a Estambul

03/05/14

Uno de los viajes que más deseábamos realizar era a Turquía. La mezcla entre Oriente y Occidente nos llamaba la atención sobre manera, por lo que hicimos las maletas, cogimos un avión y descubrimos esta maravillosa ciudad. Estambul la única ciudad en el mundo que se asienta en dos continentes.

Por cuestiones de ahorro de precio en los billetes tuvimos que ir hasta Alemania y desde allí hacer escala hasta Estambul. Hay que mirar la pela ante todo, aunque el viaje fue un poco largo mereció bien la pena.

Llegamos de noche a Estambul y en cuanto hicimos el check-in en el hotel y dejamos las maletas nos tiramos a las calles. No pudo empezar mejor el viaje ya que a tres minutos del hotel nos topamos con la mezquita más bonita de Estambul perfectamente iluminada: La mezquita azul.

No es un país para diabéticos, ni para gente obsesionada en cuidar su línea. En cualquier rincón encontrabas dulces de todo tipo, de todos los colores y sabores aunque el ingrediente principal que se le echaba a casi todos era el pistacho. Volveríamos a  Estambul solo por ponernos hasta arriba de sus dulces, riquísimos. 

Como somos bastante golosos probamos casi todos los dulces que se nos ponían delante de los ojos. Tienen fama mundial sus delicias turcas pero a nosotros el que más nos gustó fue los tulumbas. Una especie de churro con miel de diferentes tamaños que están deliciosos y te venden en prácticos cucuruchos. Aprovechar a comerlos tienen un precio increible para la cantidad que ofrecen. 

Al día siguiente, nos levantamos y al primer sitio donde fuimos fue al palacio Topkapi. Un lugar majestuoso que os transportará al oriente más lujoso y conoceréis de primera mano cómo vivían los sultanes y toda su corte. 

El palacio lo que tiene de bonito, lo tiene de inmenso y claro hay que aprovechar cualquier sitio para sentarse un ratito para descansar los pies. Menos mal que el león no era de verdad…

Las vistas que ofrece el palacio de la ciudad son impresionantes. Podréis contemplar Asia y el  Estambul más moderno. Un lugar ideal para sacarse la típica foto para luego enmarcar.

Empezamos con la ruta de las mezquitas  y claro queriamos probarlo todo. Nos intentanmos “purificar” como ellos lo hacen pero la verdad que el tiempo no acompañaba y declinamos la idea.


La primera mezquita que vimos fue Santa Sofia. Desde un primer momento nos dejaron claro una cosa: nosotros somos los guiris y Estambul es el país de los Turcos. Vamos, que nos quedo clarísimo como se dice entrada en Turco

Fue una lástima la visita a Santa Sofia, ya que estaba la mitad de ella llena de andamios para restaurarla. Aunque es simplemente espectacular y no hay que perdérsela por nada del mundo.

A pocos metros de la mezquita de Santa Sofia está la cisterna de la basílica. Un lugar mágico en el que tenéis que encontrar la cabeza de medusa que es la base de una de sus cientos de columnas. Suerte y abrid bien los ojos.

Como habíamos desayunado muy pronto y ya habíamos pateado bastante, nos entró hambre y decidimos probar sus zumosEl típico es el de granada. Buenísimo, te lo preparan al momento en infinidad de puestos que hay por toda la ciudad. El precio muy asequible unos cincuenta céntimos cada zumo

Aunque hacia un frío bastante considerable pero nos encontrábamos un poco bajos de azúcar. Nos apretamos un buen refresco y por supuesto el nombre que nos apareció en la etiqueta no podía ser otro. O ese, o Mohamed porque si hubiera sido Bartolo nos hubiera extrañado muchísimo :)  

Seguíamos de mezquita en mezquita. En todas ellas para entrar es necesario descalzarse por lo que tenéis que tener presente unos buenos calcetines en invierno y en verano ir a primera hora de la mañana ya que a última el olorcillo puede ser relativamente desagradable. No por los turcos, que se lavan siempre antes de entrar en la mezquita, si no por los turistas que se duchan a primera hora de la mañana y después de “turistear” tanto les huele un poco todo. 

Hablemos de relativas decepciones. Una fue el gran Bazar, un lugar más orientado al turista que al propio turco. No es para perdérselo porque el lugar en sí es espectacular pero preferimos sin ninguna duda el Bazar de las especies, todo un mundo para descubrir. Cargaditos nos vinimos por muy pocas liras.

Pero como bueno españoles nos gusta comprar y sobre todo buscar una buena ganga. ¿Dónde encontrarla? Pues por las calles que hay entre el gran Bazar y el Bazar de las especies. Hay verdaderos chollos, y si a eso le sumáis que tenéis y debéis regatear, podéis conseguir productos a muy buen precio. Tener en cuenta que hay millones de falsificaciones, eso sí, algunas son de calidad y otras da pena verlas. 

Como estábamos todo el día por la calle viendo sitios y sin parar optamos por comer de puestos o de bares que hay en todos los barrios. La comida es buenísima pero el precio es aún mejor. No tengáis miedo y probarla merece la pena sin duda alguna.

Ya que las mezquitas y los lugares para ver cerraban.  Aprovechábamos las noches para ir a la zona moderna de Estambul y contemplar esta ciudad desde lo alto. Desde la torre Galata las vistas son inmejorables.

Espero que seáis amantes de los animales, y sobre todo de los gatos. Todo Estambul está lleno de gatos, alguno de un simple bocado podría arrancarte cuarto y mitad de pierna, pero no fue así. Los turcos dicen que su forma de ser es muy parecida a la de los gatos. La verdad es que no sabemos cómo tomarnos esta afirmación aunque nos deja intrigados.

Por supuesto no hay un viaje en el que no nos perdamos pero por eso llevamos siempre un buen mapa que nos saca de estos habituales problemas. Además ¿quién no se ha perdido por las calles cercanas al gran Bazar que no sea turco? ¿Eh?

De una cosa no tenemos dudas, Estambul es la capital de los gatos y de las cúpulas. Tanta mezquita en cada esquina es lo que tiene. 

Por supuesto volvimos a probar su zumo de granada. Esta vez nos lo hizo un amable chaval que además de eso, nos indicó como ir al ferry que íbamos a coger luego estábamos perdidísimos.

Una vez mi hermana me dijo que en toda ciudad, con río, mar o cualquier cosa navegable había que surcar sus aguas. Desde ese momento siempre lo hacemos y la vista del atardecer desde el Bósforo en el ferry fue de las mejores cosas que nos podía pasar y ver en esta ciudad.  

El regreso a España como siempre es triste porque siempre hay algo que te falta por ver o simplemente que la ciudad te atrapa y Estambul atrapa. Prometimos volver y volveremos.

 

 

 

Comentarios:

08/06/2015 18:40

Volaré Viajando

Qué buena chicos, me ha encantado cómo vais contando vuestro viaje. La verdad que llevo tiempo pensando en visitar Estambul y creo que ya va siendo hora, a ver si hay suerte y podemos hacer una escapada en condiciones. ¡Os lo comparto! ; ) 

Un saludo

Natalia

11/06/2015 07:19

José Ángel KrrteAndo

No te arrepentirás de viajar a esta ciudad. Mucho por descrubrir.

Saludos! 

21/05/2015 12:25

ConchedeViaje

Muy bonito ,tengo que volver a Estambul.

22/05/2015 00:14

José Ángel KrrteAndo

La verdad que es una ciudad para repetir y repetir.

Saludos!

26/10/2014 16:12

Roireto

Pues eso, que yo también volveré y disfrutaré de mi dulce favorito el Borëk rociado de azúcar glass...uuummm. 
Dice, o ese o Mohamed....jajajaja ;) muy buena chicos, vosotros siempre con vuestro sentido del humor. 

Un abrazo

26/10/2014 18:54

José Ángel KrrteAndo

Va a ser que Mohamed no jjajaja. Besos

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