Sevilla, pura Maravilla

29.07.2013 08:00

 

Hoy os vamos a contar nuestro último viaje que fue una de los mejores que hemos realizado ya que la ciudad sólo se describe de una manera: impresionante. Gracias al AVE llegamos a Sevilla en apenas dos horas desde Madrid.

 

Aunque parezca que no, el casco antiguo de Sevilla es bastante grande y hay que ir cómodo porque esta ciudad como mejor se ve es pateando y perdiéndote por sus calles. Comenzamos nuestro recorrido desayunando en la calle Sierpes, un poco más caro de lo normal debido a su localización.

 

Uno de los edificios más bonitos que vimos fue el Ayuntamiento, tanto su fachada como su trasera no tienen desperdicio. Cuidado por esta zona ya que de aquí salen varios tranvías y un carril bici bastante concurrido. Andar con mil ojos y tener en cuenta que lo importante es llegar sano y salvo a nuestro punto de origen.

 

 

El Ayuntamiento nos gusto mucho pero desde allí ya podíamos ver el monumento más importante de esta ciudad: La catedral.

 

La Catedral es de estilo gótico y es la más grande de todo el mundo de este estilo arquitectónico. Doy fe de ello porque tardamos la friolera de dos horas en verla y tuvimos que pasar por muchos rincones de pasada para poder continuar con el turisteo por la ciudad bética.

 

 

Personalmente he visto casi todas las catedrales de España y sin duda puedo decir que la de Sevilla es la más majestuosa y espectacular de todas ellas.

 

Dentro de la Catedral os recomiendo sobre todo la tumba de Cristóbal Colón. Hay dudas sobre si dentro de este ataúd está o no realmente Cristóbal Colón o su hermano Diego pero aún así, el monumento es sobrecogedor por sus dimensiones y por las cuatro esculturas que lo sostienen.

 

Por supuesto tenéis que subir al campanario de la Catedral también conocida como la Giralda de Sevilla que os dará unas vistas de la ciudad espectaculares. Cuando nosotros estuvimos estaba en obras pero gracias a ello, nos indicaron otro mirador de la ciudad. Desde la parte de arriba del “Metropol de Parasol” (Plaza de la Encarnación) conocido en esta ciudad como  “Las setas de la Encarnación” las vistas son también increíbles aunque el monumento deja mucho que desear.

 

 

A modo de recomendación, visitad la Catedral cuando apriete el calor, agradeceréis estar bajo cubierto cuando el sol golpeé la ciudad.

 

Muy cerca de la Catedral se encuentra los Reales Alcaceres de Sevilla, un conjunto de palacetes rodeado por una gran muralla. Es toda una lección de historia del arte ya que sus estilos arquitectónicos pasan desde el mudéjar hasta el barroco sin olvidar ni el gótico ni sus reformas renacentistas. No os perdáis sus jardines que son de los mejores de la ciudad y nada tienen que envidiar a los del famoso parque de María Luisa. La entrada tiene un coste que ronda los 9 euros pero merece la pena. Si tenéis tiempo, id por la noche ya que la iluminación de sus jardines, su música en directo y “el fresco” nocturno es de lo mejorcito de la ciudad.

 

 

Después de todo lo que hemos viajado descubriendo hoteles, hostales, paradores y diferentes campings, quisimos probar la fórmula del alquiler. Alquilamos un coqueto ático con una terraza inmensa en pleno centro de Sevilla con GowithOh todo un descubrimiento que pensamos repetir en nuestro siguiente viaje.


Al día siguiente, nos alejamos del casco más regio de Sevilla y turisteamos por el barrio más típico de la ciudad: Triana. Atravesamos el mítico puente de Triana y nos perdimos por sus calles para poder ver sus iglesias más destacadas. Os recomiendo el Templo del Santísimo Cristo de la Expiración, conocido popularmente como “El cachorro”. Otras Iglesias que no podéis olvidar es la de María de la O y por supuesto, La Esperanza de Triana, la virgen a la que más devoción tienen en este barrio.

 

 

Como el calor apretaba aprovechamos a refrescarnos con lo más típico de Sevilla, sus cañas bien fresquitas. Entre tapa y tapa, encontramos una joyita de cervecería, conocida como “Casa Diego” en la calle Esperanza de Triana. Comimos unos exquisitos caracoles que la gente se llevaba a casa en tarteras o directamente los devoraba en su barra. Los montaditos también estaban muy buenos pero el recuerdo de los sabrosos caracoles jamás lo olvidaremos.


Continuando con nuestra visita paseando por el río Guadalquivir hasta la Torre del Oro, no pudimos disfrutar este paseo como hubiéramos querido porque la lluvia hizo su aparición. Pero como todo el mundo sabe la lluvia en Sevilla es una pura maravilla.

 

 

Antes de irnos de vuelta a nuestro punto de origen, por la noche nos montamos en el barco que hace un recorrido por el Guadalquivir. Muy recomendable ya que Sevilla de noche es incluso más bonito que de día. Prometimos volver.

 

 

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Sevilla

Rocío 03.08.2013
Como sevillana, me alegra muchísimo que te haya gustado mi ciudad y que hayas disfrutado de ella, llevándote un buen recuerdo. Además te agradezco las cariñosas palabras que le dedicas a mi ciudad. Y me permito hacerte una recomendación para cuando vuelvas, que espero que sea así, visita por favor el antiguó hospital e iglesia de la Caridad, y por supuesto el Museo de Bellas Artes, creo que disfrutaras de ambas visitas. Y de nuevo gracias por tus palabras.

Re: Sevilla

José Ángel KrrteAndo 07.08.2013
Hola Rocío, gracias por tus palabras.

Ha sido un honor para nosotros visitar tu ciudad y poder descubrirla.

Un fuerte abrazo.

Saludos
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