Playas de Santander
Aprovechando que el calor aprieta y con muchas ganas de playa, decidimos hacer una escapada al norte, en concreto a Santander, capital de la Comunidad Autónoma de Cantabria y cuna de los sobaos pasiegos y reina indiscutible de sus deliciosas anchoas.
Hoy nos centraremos en sus playas, unas playas de excelente calidad y con unas características peculiares que las hacen totalmente únicas.
Si queréis recorrer todas las playas principales de Santander, os recomendamos un buen calzado y bastante crema protectora, porque aquí el sol no calienta como en el sur pero quema como el que más.
Os recomiendo comenzar vuestra andadura teniendo como punto de partido el Museo Oceanográfico de Santander, situado al final de la Avenida Carrero Blanco.
La primera playa es la conocida como “La playa de los peligros”. Aquí podremos pasear por ella por la arena o por una pasarela de madera que ayuda a recorrerla sin quemarse los pies y para los más sibaritas no ensuciarse. Esta pasarela que bordea toda la playa se encuentra en perfecto estado y se encuentra salpicada de múltiples fuentes que calman la sed cuando el sol aprieta.
“La playa de los peligros” tiene unos 200 metros de longitud y unos 70 metros de anchura. Su arena es fina y adentrarse en sus aguas es todo un placer gracias a su suave pendiente.
“La playa de los peligros” finaliza en las playas de la “Magdalena” y la de los “Bikinis”. Estas playas al estar más protegidos de las inclemencias del mar son ideales para el baño infantil y el disfrute de toda la familia. Las vistas son espectaculares mires a donde mires: de frente todo el puerto de Santander y en la parte de arriba de esta península, donde se encuentran ambas playas, podréis ver los jardines de “El palacio de la Magdalena”, todo un icono santanderino que por nada del mundo hay que perderse si se viene a esta ciudad.
Una de las playas más curiosas y más coquetas de Santander es “La playa del Camello” conocida así por una inmensa roca que dibuja sorprendentemente el relieve de un camello. Allí estuvimos bañándonos y os aseguro que lo recordaremos toda la vida. Disfrutamos de su tranquilidad y de lo relajados que salimos de allí.
Si seguimos por el paseo marítimo tendremos la sensación de estar paseando por otra de las ciudades más bellas de España: Donostia-San Sebastián debido a sus edificaciones y sus cuidados jardines.
Llegamos a la playa del Sardinero Segunda, con una extensión de unos 300 metros de longitud es una de las más frecuentadas por turistas y los propios santanderinos ya que se encuentra en un enclave espectacular rodeado por edificios señoriales y su impresionante casino.
La siguiente playa sería la del Sardinero Primero con casi un kilómetro de longitud. Separada de la Segunda por el parque del Piquio un lugar lleno de parterres y bancos donde poder observar y disfrutar de unas espectaculares vistas al Cantábrico. Es una playa ideal para bañarse, aunque hay que recordar que la temperatura de las aguas no son precisamente las del Mediterráneo pero se agradece cuando el calor aprieta.
En resumen, las playas de Santander son de las mejores que hay en toda España y me he prometido volver a darme otro buen baño de mar.
By Alfonso M.
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Siempre es un placer bañarse en las playas de Santander. ¡Disfrutadlas!