Plaza Mayor, lugar de encuentro
Si venís a “turistear” por Madrid, uno de los lugares que no os podéis perder y es básico que no olvidéis en vuestra planificación es la Plaza Mayor. Se encuentra situada en el casco histórico y en pleno centro de Madrid.
Os recomiendo llegar a ella en metro, ya que por sus alrededores se forman unos increíbles atascos que os estropearían la jornada. La estación de metro más cercana es la de Sol que está a muy poca distancia de esta castiza plaza.
Es un lugar con solera ya que su primitiva construcción empezó allá por el siglo XVI como el principal mercado de la Villa de Madrid. La modernización de la Plaza fue realizada por encargo de Felipe III cuando trasladó toda la Corte a Madrid. Varios arquitectos fueron los que construyeron la nueva Plaza pero debido a tres grandes incendios a lo largo de su historia su fisonomía cambió radicalmente con el paso de los años. Al igual que su diseño también cambió su nombre en varias ocasiones ya que en un primer momento era conocida como la Plaza del Arrabal, Plaza de la Constitución, Plaza Real o Plaza de la República hasta el final de la guerra civil que se la empezó a denominar con su nombre actual.
Como claro homenaje a Felipe III por haber situado a Madrid como capital de España se colocó en el medio de la plaza, encima de un gran pedestal, una estatua ecuestre en su honor en el año 1848. Es una escultura de gran tamaño que preside toda la Plaza y saluda a todos las personas que por ella pasan. En los años sesenta, con muy buen criterio, fue cerrada al tráfico a todos los vehículos de motor logrando así que se convirtiera en un lugar de encuentro de todos los madrileños y de todos sus visitantes.
La Plaza Mayor recuerda a otras muchas de España pero sobre todo a la Plaza de Salamanca, sus edificios y su estructura es prácticamente idéntica. Es un recinto totalmente porticado con planta rectangular de 129 metros de largo por 94 de ancho. Rodeada de edificios de tres plantas cabe destacar la Casa de la Panadería y la Casa de la Carnicería.
Tiene nueve puertas de entrada y salida destacando una de ellas por ser la más conocida de todas: Arco de Cuchilleros. Situada al suroeste da acceso a la Cava de San Miguel. Este nombre es debido a que en esta zona se asentaban los artesanos cuchilleros que proporcionaban todo lo necesario a los carniceros que vendían en la propia Plaza. Toda esta zona está llena de restaurantes y bares típicos madrileños destacando sobre todo el restaurante “El sobrino de Botín” ya que según el libro Guinnes de los records es el restaurante más antiguo del mundo datado en el año 1725.
Desde la antigüedad este espacio público ha sido un punto de encuentro ya que en ella se realizaban corridas de toros, autos de fe, ejecuciones públicas e incluso se beatificó a San Isidro en este mismo sitio. En la actualidad, gracias a la gran cantidad de turistas que vienen a contemplarla, han proliferado terrazas e innumerables bares. Siempre hay actividades de ocio para todo el mundo como por ejemplo conciertos de todos los estilos musicales, festivales de cualquier tipo e incluso se han realizado misas.
Cabe destacar esta Plaza en Navidades ya que se llena de puestos en los que podéis encontrar artículos de fiesta, figuritas del Belén o algún adorno original para vuestro árbol de Navidad. Por último como consejo personal no os vayáis sin comeros un buen bocata de calamares, vuestro paladar y vuestro estomago lo agradecerán.
By Alfonso M.
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