Best Western City Hotel Moran
Durante nuestra estancia en Praga en Junio del 2012, nos alojamos en este hotel de 4 estrellas de la cadena Best Western, situado a 2 minutos a pie de "La casa Danzante" y del Río Moldava.
Todo el edificio es un antiguo edificio histórico del siglo XVIII, del cuál fue convertido en hotel a finales de los años 80. A día de hoy este hotel, a tan sólo 15 minutos de la Plaza Wenceslao, tiene todas las comodidades que el viajero necesita.
Las habitaciones son amplias, con moqueta y muy limpias en general. Disponen de un escritorio amplio, pantalla de plasma de 22", nevera para uso libre, y la típica tetera para preparar café y té, que se agradecía por la noche. Las camas son grandes y cómodas.
Nuestra habitación en la 5ª planta, además tenía muchísima luz y teníamos vistas a una pequeña abadía.
La zona no es ruidosa y se duerme muy bien, ya que ni el tranvía que pasa por la misma puerta del hotel se siente de noche. A unos 300 metros del hotel está el metro.
Pero lo mejor de todo y sin duda, fue el buffet. Abierto desde las 06:30h, disfrutamos como niños probando de todo tipo de cereales, frutas, ensaladas, yogures, bollería, embutidos, dulces típicos... todo fresco y del días. Variedad de todo y sin escasez. Todo es autoservicio y puedes repetir. Un buen buffet para cargar energía y patearse la ciudad.
En general, todo el servicio fue bueno, sin ningún percance raro. Todo el personal del hotel es amable y te ayudan en todo lo posible. Si algún día vuelvo a Praga, sin duda volvería a este hotel.
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