Alcuéscar, en el corazón de Extremadura

Situada en el corazón de Extremadura y enclavada en la comarca de la Sierra de Montánchez, nos encontramos esta villa de altas cuestas y agradables gentes.
 

Alcuéscar es una población de la provincia de Cáceres. Se encuentra situada en un punto estratégico dentro de la comunidad de Extremadura. Trujillo, Mérida y Cáceres distan aproximadamente unos 40 km de esta pequeña localidad, haciendo de nexo de unión de todas las carreteras que radian Extremadura.

Esta villa, de orígenes musulmanes, fue fundada aproximadamente en el año 830 y después perteneció a la orden de Santiago. Finalmente fue repoblada por árabes a finales del siglo XV por árabes procedentes de Andalucía y en torno a 1602 consiguió la independencia, como bien se recoge en uno de los pergaminos que aún se conservan en la casa consistorial.

Perderse por esta villa es descubrir un entramado de calles estrechas y serpenteantes que poco a poco nos hacen descubrir el desnivel que tiene el pueblo. En la parte más antigua, en los alrededores a la plaza del pueblo, podréis ver amplias casas señoriales con grandes escudos de las diferentes familias que aquí vivieron en el pasado.
 

Rápidamente el visitante observará una ermita redonda en lo alto del  monte que preside el pueblo, también conocido como El Calvario. La ermita redonda, o el Calvario como es conocida, es el mejor mirador del que dispone este municipio. Desde este lugar se puede contemplar las amplias extensiones de campo que rodean al pueblo.

En esta ermita se encuentra la virgen de Fátima. Cada 13 de  Mayo las mujeres del pueblo van en procesión desde la Iglesia Parroquial con la imagen hasta llegar a esta singular ermita.

El visitante verá que es un pueblo devoto, ya que cada uno de los barrios del pueblo cuenta con pequeñas capillas de devoción, como la del Sagrado Corazón o la del Cristo de Medinaceli. La gran mayoría de ellas han sido realizadas por los propios vecinos del barrio donde se encuentran a  través de donativos e incluso algunos de los vecinos han colaborado con sus propias manos a la construcción.
 

Pero para devoción, la que se le tiene a la Virgen del Rosario, patrona del pueblo. Se encuentra en la Iglesia de Ntra. Sra. De la Asunción. Esta Iglesia aproximadamente del siglo XV, es el sitio de encuentro de todos los feligreses. Los alcuesqueños celebran todo tipo de actos religiosos en ella y es una de las más importantes dentro de la diócesis de Coria-Cáceres. No perdáis detalles de los arcos que forman la bóveda.

Pasear por sus calles es pasear por su historia ya que iremos descubriendo a personajes ilustres como el Dr. Huertas (médico reconocido a nivel nacional nacido en la localidad), Hernández Pacheco (Geólogo y arqueólogo), o el Padre Leocadio Galán (Fundador de los Esclavos de María y de los Pobres y creador de la Casa de la Misericordia). No se nos puede olvidar Natividad Gabriel, la creadora de la Jota del Candil, que es el himno que hace bailar a los alcuesqueños en sus fiestas. 

Ningún alcuesqueño perdona las fiestas del Rosario, que son el primer fin de semana de octubre, pero ya sea cual sea la época del año o el acontecimiento que se celebre, venga la televisión o se haga cualquier reportaje sobre este lugar, las mujeres del pueblo os bailarán y cantarán la jota del pueblo con alegría y orgullo, ya que es la marca de identidad de este pueblo.

No nos podemos olvidar de las fiestas del emigrante, que se celebra el 15 de agosto y reúnen a todos los vecinos que han tenido que salir del pueblo por algún motivo. Otros días festivos serían la Jira (romería) que se celebra el Lunes de Pascua o La semana Santa donde todo el mundo se echa a la calles para acompañar a las imágenes procesionales. La chaquetía, una merienda en el campo que se celebra el día 1 de noviembre, (aunque actualmente ya se ha convertido en un día de campo) o las cruces de Mayo en el que todo el mundo disfruta la llegada de la incipiente primavera.
 

Hay que tener en cuenta que todas estas fiestas no pueden estar mejor acompañadas que por un buen frite o caldereta, deliciosos embutidos de la tierra, migas y dulces típicos. Los dulces son exquisitos como las roscas de piñonate, las mangas de gitano rellenas o las floretas. Eso sí, nunca puede faltar un buen vino de la tierra para regar los platos servidos en la mesa.

A esta población muchos de los turistas que llegan, son o bien peregrinos del Camino de Santiago que van haciendo la ruta de la Vía de la Plata o turistas de paso que cruzan por la región. Hay que reconocer que muchos de ellos llegan exclusivamente para ver la joya arquitectónica que tiene el pueblo: La basílica de Santa Lucía del Trampal.

Esta basílica visigoda datada del siglo IX, es la única iglesia de estilo mozárabe que se encuentra en la mitad sur de la península. Se podría decir que la única iglesia  parecida a esta sería la de San Juan de Baños en Palencia. Se encuentra en un amplio valle de naranjos, alcornoques y encinas junto a la fuente del Trampal. En este enclave los lugareños indican que se encuentra el mejor agua de la zona, incluso es beneficioso para tratamientos corporales. Hay que aclarar que hasta hace poco más de 30 años esta basílica se utilizaba de cuadra para los animales ya que no se tenía constancia de que fuera una Iglesia y todo el mundo creía que eran las ruinas de una antigua edificación. Juan Rosco y Luisa Téllez fueron los impulsores de las investigaciones y descubrieron el verdadero origen de este lugar, gracias a ellos esta Iglesia se dio a conocer a nivel nacional.  A día de hoy cuenta con un centro de interpretación donde podremos ver un video explicativo sobre este singular edificio mozárabe. 
 

Para todos los que viajéis por Extremadura os recomiendo hacer una parada en esta villa. Su arte, su cultura y su gastronomía os recibirán en este pueblo junto con la amabilidad  que os brindará la gente de Alcuéscar.

Sin más os dejamos con un video de la televión local de Extremadura.