Torre Willis: El mejor mirador de todo Chicago

10/12/2015

Siempre que viajamos a cualquier parte del mundo, buscamos los mejores sitios para apreciar la grandeza del lugar. Por eso investigamos sobre los mejores miradores de cada ciudad. Ya pueden ser altas montañas, edificios inmensos o transportes curiosos como el helicóptero en el que nos montamos en Nueva York para ver la ciudad a vista de pájaro.

Cuando fuimos a conocer Chicago elegimos, para nosotros el mejor de todos, la Torre Willis. Es un edificio gigante en el medio de esta norteamericana ciudad. Antiguamente era conocida como la Torre Sears Willis aunque actualmente todo el mundo la llama simplemente Willis. 

Con sus más de 442 de altura, fue todo un coloso cuando se terminó de construir y se convirtió en el inmueble más alto del mundo superando a las torres gemelas de la gran manzana. Es un edificio impresionante que ostentó el record de ser la construcción de mayor dimensión durante más de dos décadas. Fue todo un logro para la época y un orgullo tanto para Chicago, como para el estado de Illinois y por supuesto para todo el país.

Actualmente es la segunda torre más alta de Estados Unidos siendo sólo superada por la Torre Freedom de Nueva York la cual se construyó en el mismo terreno donde se levantaban las torres gemelas.

Torre Willis se finalizó en 1973 y está compuesta por nueve estructuras todas pegadas unas a otras. La empresa quiso que todos sus trabajadores estuvieran en el mismo edificio. Al ver que no cabían todos en una sola estructura fueron añadiendo uno tras otro hasta completar los nueve. 

Pero lo más importante para nosotros se encuentra en la planta 103 de este edificio y está a 413 metros sobre el asfalto. Aquí está el mirador más famoso de la ciudad y es uno de los lugares que todo el que visita Chicago debe ir. Es uno de los sitios más turísticos de la ciudad y sería imperdonable perdérselo. 

Nosotros cuando fuimos a visitar la torre y subimos a su mirador notamos como la estructura se balanceaba. En ese momento nos dimos cuenta de porqué a Chicago se la conoce como la ciudad del viento, es realmente acojonante la sensación de sentir que el mundo se balancea bajo nuestros pies.

Por supuesto os recomendamos subir un día despejado ya que podréis ver la ciudad en 360 grados. Podréis ver hasta el estado de Indiana, al otro lado del lago Michigan, si las nubes y el tiempo os dan la oportunidad.

 

Daros tiempo en recorrer todos los ventanales de los diferentes puntos cardinales y así poder disfrutar de los paneles que existen ya que nos indican los diferentes edificios y lugares más conocidos de la ciudad.

En nuestros viajes hemos subido a un montón de edificios de grandes dimensiones para visualizar desde las alturas el lugar que visitamos, pero lo que descubrimos en la Torre Willis nos dejó helados.

El skydeck o también conocido como la cornisa de la torre. Es espectacular ya que es un balcón de vidrio que resiste todo lo imaginable cuando entráis en él. Los que tengan algo de vértigo y se introduzcan en este compartimento una de dos: o sufren un ataque de pánico que les llevará directamente al hospital o directamente se les cura de por vida. 

La experiencia es única, pero como todas las experiencias únicas en el mundo todos las quieren disfrutar, os recomendamos paciencia en las filas para llegar a ellas. Tened en cuenta que hay tres cornisas de cristal, podéis elegir la que más os guste aunque os recomendamos probar las tres.

Pensad que el tiempo que estéis dentro de ellas es bastante limitado por lo que os recomendamos ser rápidos con las fotos ya que un montón de turistas os estarán mirando con cara de pocos amigos ya que ellos también quieren hacer lo mismo, fotos y más fotos. Esos segundos que tenéis dentro de esta cornisa acristalada aprovechar a hacer de todo, poneros de rodillas, de espaldas y hasta tumbaros en el suelo. Están pensadas para aguantar cinco toneladas de peso por lo que podréis saltar y hacer el pino puente si es lo que os apetece. Os aseguramos que estas fotos serán las de mayor éxito cuando las enseñéis a vuestros amigos y familiares mientras les habléis de este curioso lugar. 

Nosotros no solemos tener vértigo, pero después de visitar esta zona nos temblaban las piernas, las manos e incluso las pestañas, es una experiencia que no olvidaremos jamás.

Si queréis impresionar a vuestra pareja y no andáis mal de dinerillo podéis optar a desayunar dentro de una de estas cornisas o cenar mientras Chicago está a vuestro pies. Imaginamos que será toda una experiencia recoger el cuchillo del suelo y ver el asfalto bajo tus pies a cientos de metros.

La torre Willis está en el oeste del Chicago Loop en la 233 South Wacker Drive. Si vais en tren podéis utilizar las líneas naranja, rosa, marrón o purpura hasta que lleguéis a la estación de Quincy. Tened en cuenta que la entrada es por Jackson Boulevard.

Si queréis ir en autobús también es muy sencillo ya que todos los buses al oeste en Adams pasan muy cerca del edificio Willis. Os tenéis que bajar en Adams y South Wacker.

Os recomendamos subir al atardecer, así disfrutareis de día, al atardecer y por la noche. De este modo podréis ver tres ciudades diferentes según pasan las horas.

Os recomendamos comprar las entradas con antelación, porque depende del día, las colas pueden llegar a ser de 1 hora.

En el caso de que queráis visitar más lugares de la ciudad, os recomendamos viajar con la City Pass de Chicago y ahorrar así unos dólares para la comida.

Y recuerda que una buena guía es imprescindible para no perderte nada al igual que un buen alojamiento.

¿Te ha gustado esta experiencia? ¿Has estado en Chicago? Déjanos tu comentario y cuéntanoslo todo.

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