04/02/2016
Hablar de la ciudad de Arlés es hablar de una gloriosa civilización pasada y de uno de los pintores más aclamados e influyentes de los últimos siglos.
Podríamos decir, sin ningún género de dudas, que Arlés es el mejor ejemplo del asentamiento romano en la antigua Galia, que era como llamaban a lo que es actualmente Francia y sus alrededores en Europa. Arlés también es el lugar donde Van Gogh pintó la mayoría de sus cuadros más conocidos.
Para que os hagáis una idea, Arlés es como un museo al aire libre a la ribera del Ródano. Cada esquina por la que paseamos encontramos algo interesante que fotografiar o que deleitarse con su presencia.
Está lleno de joyas arquitectónicas, sobre todo de la época esplendorosa de la conquista romana. La Unesco ha declarado esta ciudad como patrimonio histórico y no tenemos ninguna duda de la razón por la que lo han hecho. En 1981, con más de cien monumentos declarados patrimonio de la humanidad, Arlés se ha convertido en una de las ciudades con más zonas de arte protegidas de todo el mundo.
Los mejores lugares que podréis ver en Arlés para nosotros son:
Las termas de Constantino: Se descubrieron hace poco, ya que hasta el siglo XIX no se conocía su existencia. Están muy bien conservadas y son de las mejores que existen en todo el mundo.
El teatro romano: tiene un hemiciclo que se encuentra bien conservado y rehabilitado desde hace poco tiempo. En el mismo se realizan diferentes eventos a lo largo de todo el año. Dos columnas presiden el teatro haciendo que evoquemos épocas pasadas de una forma más clara.
El anfiteatro: Construido en el año 90 antes de Cristo es de los mejores ejemplos de la arena romana. Pasear por sus gradas es poder disfrutar de una brillante restauración. Cuando se construyó podían caber más de 20.000 personas.
En la actualidad se realizan diferentes actos como, por ejemplo espectáculos camargueses con toros, que son de las cosas más originales que hemos visto en el sur de Francia. El toro es un animal muy representativo de la cercana Carmarga, siendo una tradición las corridas ya que se viven con un gran fervor. Los toros son una seña de identidad de la ciudad y todo el mundo lo vive de una manera muy pasional. Hay dos épocas que marcan estos actos taurinos: en Pascua y en septiembre en el anfiteatro se realizan las mejores corridas de toros, todas ellas con un claro vínculo con los toreros españoles.
Los Alyscamps: es un cementerio de la época de la Edad Media. Lo curioso de esta necrópolis es que los sarcófagos son los lugares donde se han procedido a enterrar a los muertos en vez de nichos o en la tierra. Otra cosa que hay que tener en cuenta es que es un lugar de origen para el comienzo del peregrinaje a Santiago de Compostela.
Los criptopórticos: sin lugar a dudas fue el lugar que más nos sorprendió de todos los que vimos en Arlés. Se encuentran debajo del Ayuntamiento, que está en la plaza de la República de Arlés.
Grandes galerías abovedadas y subterráneas forman un entramado de calles de lo más inquietante. Su construcción se realizó 30 años antes del nacimiento de Cristo. En un primer momento se utilizó como lugar donde poner diferentes comercios y luego de almacenes para diferentes productos. En la actualidad hay tres grandes galerías de casi cuatro metros de anchura y grandes bóvedas de cañón. Son el mejor lugar cuando aprieta el calor y es un sitio asombroso. La aventura comienza nada más bajar las escaleras.
A nosotros nos sorprendió muchísimo todo el arte romano que se podía ver por todas sus calles. Como queríamos conocer más del pasado de la ciudad nos dirigimos al Museo del antiguo Arlés. Un original edificio que evoca una gran nave cerca del río Ródano.
Dentro de sus instalaciones podremos contemplar infinidad de objetos de la época romana. Se construyó en 1995 y alberga el único busto de Julio Cesar esculpido en vida. Pero la joya del museo es el barco más grande y mejor conservado de este periodo. Fue rescatado de las profundidades del río Ródano y es un claro ejemplo de investigación y de una eficiente labor en el campo de la arqueología.
Espacio Van Gogh: Aquí es donde el pintor estuvo ingresado por sus problemas mentales. Es una visita obligada para todos los fans del mismo. En el edificio se puede ver su famosa habitación y disfrutar del amplio patio que nos recibe a la llegada.
Y recuerda que en tu visita es importante visitar el Café Van Gogh, donde el artista se inspiró para realizar su cuadro.
Arlés tiene mucho que ofrecer al turista y la visita se puede realizar en uno o dos días. ¿Has estado? Coméntanos tu opinión dejando tu comentario.
