25/08/14
Hacía ya algún tiempo que teníamos ganas de conocer Croacia pero nos echaba para atrás que solo fuera un país que se ha puesto de moda. Estábamos equivocados, Croacia es un país con un montón de cosas por hacer y sobre todo por ver.
Hace relativamente poco que Croacia se ha abierto al mundo y sobre todo al turismo. Deja mucho que desear sus servicios ya que la hostelería, el transporte público dejan bastante que desear. Para llegar a Zagreb o Dubrovnik las combinaciones aéreas no es que sean muy buenas ya que normalmente hay que hacer escala y para ser un país que está en todo el mediterráneo desanima bastante.
Nosotros hicimos escala en Alemania y después de una gran cantidad de horas por fin llegamos a Dubrovnik. Por cierto, os recomendamos disfrutar de cualquier hotel de la ciudad. Nosotros lo hicimos con Destinia. Este lugar es increíble, no solo por todos los sitios que se pueden visitar si no por la “superación” que ha tenido esta ciudad después sufrir la guerra de los Balcanes hace menos de 20 años y que fue tan destructiva para todo el país.
Dubrovnik se encuentra al sur de Croacia y es considerada la “perla del Adriático” por su gran belleza siendo la ciudad más visitada y admirada de todo el país.
Gracias a los fondos internacionales y a la constancia de sus habitantes la ciudad luce impoluta después de quedar totalmente arrasada.
Para tener una buena perspectiva de toda la ciudad antes de perdernos por sus calles quisimos ir a uno de los mejores miradores de la ciudad que se encuentra en el monte Srdj. Desde allí las vistas son espectaculares y se aprecia claramente la parte fortificada de la ciudad, la inmensidad del mar Adriático y la isla de Lokrum.
A este mirador podéis llegar desde el funicular que sale en la parte antigua de la ciudad cuesta en torno a unos 90 kunas pero realmente os compensará pagar ese dinero. Os hacemos una recomendación: intentar ir de día porque las vistas son magníficas pero también de noche porque la ciudad esta iluminada de una forma mágica. En este mismo lugar está el museo de la guerra del Golfo que es muy recomendable para todo el mundo que le guste el mundo bélico y la historia ya que se construyó en un antiguo fuerte imperial. Para poder disfrutar de las vistas desde este privilegiado lugar tenéis un restaurante y varias tiendas de souvenirs.
Otro de los recorridos que no os podéis perder es el de sus murallas que están escrupulosamente cuidadas, tanto que están consideradas las mejores murallas de toda Europa consideradas Patrimonio de la Humanidad. Hay que ir bien preparados para recorrer los dos kilómetros de murallas con un calzado cómodo y sin prisas. Para nosotros este recorrido es la mejor forma de conocer la ciudad. Hay varios lugares por donde se puede subir a sus murallas aunque el más conocido es el de Ploca.
Debido a la gran cantidad de metros que tiene la muralla tardaron 5 siglos en terminarlas ya que comenzaron el XII y acabaron en el XVII. Desde lo alto de sus murallas se puede observar todos los grandes monumentos y sus curiosos tejados rojos.
Uno de los lugares más interesantes de la muralla es la torre Minceta y las vistas que hay a las calles principales de la ciudad.
Ya dijimos que las murallas están perfectamente conservadas y los croatas se han encargado de hacerlas bellas tanto de día como de noche. Un paseo nocturno por ellas es obligado ya que es una de las “imágenes postales” más impactantes que nos llevamos de la ciudad.
El recorrido por las murallas os llevará entre dos y tres horas dependiendo de las fotos que hagáis y los lugares donde os paréis. Tiene cientos de lugares interesantes como por ejemplo sus torres circulares, sus bastiones, un enorme foso o el fuerte de San Juan.
Tiene dos puertas principales para entrar en la ciudad una es la puerta de Pile que está muy cerca de la estación de autobuses y la puerta del Ploca al este de la parte antigua de la ciudad.
La pequeña ciudad de Dubrovnik, con apenas 50.000 personas, parece sacada de un libro de guerreros y princesas en el que la magia sigue actuando por todas sus laberínticas calles. La parte amurallada es lo más interesante de toda la ciudad allí encontraremos infinidad de iglesias de muy diversos estilos y una preciosa catedral.
La ciudad está orientada al turismo, pero a un turismo de la calidad y no de franquicias. Se pueden comer en pequeños restaurantes comida típica de Croacia o sus exquisitos pescados. Podremos ver una de las farmacias más antiguas de Europa o perdernos en su mercado de las verduras. Es una ciudad cultural con un montón de museos, los más interesantes son el museo marítimo o el recién abierto Palacio de los Rectores que es simplemente increíble y te transporta en un abrir y cerrar de ojos a la Italia más renacentista.
Dubrovnik es una ciudad espectacular dentro en un país que está resurgiendo con un poder enorme de las cenizas en las que estaba oculto y se siente orgulloso de todos los rincones de su territorio.
