07/12/14
Portugal está siendo este año uno de los destinos que más estamos conociendo. Ahora llega el turno a uno de sus rincones más desconocidos, pero no menos bonitos, la comarca del Alentejo y nos dirigimos a su capital: Évora.
Cuando organicéis un viaje a Portugal, sobre todo si venís en coche, tenéis que ser previsores y tened en cuenta los peajes que vais a tener que pagar en vuestro trayecto, así no tendréis ningún sobresalto con vuestro presupuesto.
Antes de comenzar el recorrido turístico por la ciudad de Évora, vamos a desayunar un delicioso café con un pastel de nata (no tiene nada que envidiar a los pasteles de Belén de Lisboa) y una empanada de pollo que es simplemente fantástica.
Comenzamos la mañana visitando las antiguas instalaciones de la Bodega Cartuxa. Todo un lujo y un placer inmenso para todo aficionado al buen vino.
Os recomendamos todos los dulces que os encontréis, están buenísimos y son bastante económicos. Una de las pastelerías que más nos gusto fue Pastelería Violeta en pleno centro, concretamente en la plaza Joaquim Antonio de Aguiar. De este viaje nos llevamos un kilo de recuerdos y mira que quemamos calorías andando.
Junto a la Iglesia de San Francisco se encuentra la Capela dos Ossos o Capilla de los huesos, ya que todas las paredes están recubiertas de esqueletos. Hay más o menos unos 5000 esqueletos que se empezaron a colocar allí cuando se exhumaron los antiguos restos del cementerio franciscano, porque ya no había espacio para nadie más.
Antiguamente los monjes Franciscanos venían aquí a meditar sobre el futuro del ser humano y para que se dieran cuenta del dicho: Polvo somos y en polvo nos convertiremos. A nuestra llegada una inscripción nos dará la bienvenida: Nosotros, los huesos que aquí estamos, os esperamos. Aterrador.
Dentro de la gran mayoría de las casas que están dentro de la muralla tienen estas llaves de paso para el agua.
Hay innumerables Iglesias en el casco histórico de Évora, cada una con una personalidad diferente.
La universidad de Évora alberga una gran cantidad de estudiantes de la zona sur de Portugal, pero a su vez es todo un edificio histórico que no os podéis perder.
¿Os imagináis estudiando con un púlpito en clase?
Esta fuente, aunque ya no se use, es espectacular y sigue aún en el recinto universitario, todo un lujo.
Muy cerca de la Fundación Eugenio de Almedia nos encontramos con este curioso reloj solar.
Es de sobra conocido que para hacer turismo y conocer un lujar lo mejor es andar y patear por todas sus esquinas con unos zapatos cómodos. En Évora están prohibidos los tacones si uno no quiere morir en el intento ya que toda la ciudad está adoquinada.
Si estáis cansados de caminar siempre podréis optar por un romántico carruaje.
La Catedral de Évora en honor a Nuestra Señora de la Asunción es simplemente espectacular y su mezcla románica y gótica es toda una lección de arte.
La construcción de Évora se remonta a la época romana y uno de los monumentos mejor conservados de esta época es el Templo a Venus que nos recuerda mucho al Templo de Diana de Mérida.
Al igual que Salamanca, Évora es una ciudad universitaria donde sus alumnos portan capas adornadas con motivos muy particulares como la facultad donde estudian o hasta la cerveza que beben.
Las puertas de la ciudad son muy originales, pero sus tiradores lo son aún más…
Os recomendamos subir a la Catedral; podréis caminar por sus tejados y ver de cerca la torre. Por cierto sus cúpulas nos recuerdan a la cúpula gayonada de la Catedral de Zamora. Curioso.
Las vistas desde los tejados de la Catedral son magníficas. Las escaleras cuestan un poco subirlas pero merecen la pena.
El claustro de la Catedral es de los más impresionantes que hemos visto nunca. Pasear por él fue todo un placer.
Cada esquina y cada rincón de esta ciudad nos recuerdan su pasado histórico.
Junto con el Templo a Venus, su acueducto es uno de los símbolos del asentamiento romano que se produjo en esta ciudad y puerta de salida de esta ciudad.
