El Rincón de Dany: Cultura Polaca
Después de habernos recorrido entera la plaza del mercado (Rynek), es hora de hacer un descanso y empezar a responder algunas preguntas que nos hicimos al principio.
¿Cómo es Polonia? A parte de sus innumerables leyendas, iglesias, castillos y demás edificios y monumentos que encontramos, Polonia es un país gris. Eso no quiere decir que sea triste o sucio o malo en general, pero el estilo comunista no se le ha ido con los años todavía. Y ese color queda un poco reflejado en la forma de ser de sus habitantes: ¡Ay los polacos y las polacas! Yo diría que son grises. Esto quiere decir que sí que son, como hemos dicho antes, muy hospitalarios y amables, de verdad intentan hacerte sentir cómodo. Pero eso pasa cuando los conoces porque de primeras, la cara de raros que ponen cuando intentas hablar su idioma no se la quita nadie. Y de pronto se crea una barrera entre los dos.
Y es que el polaco es un idioma imposible y que al mínimo fallo en la pronunciación ya no te entienden y te miran raro y salvo que no estés en zona muy turística, no te encuentras con gente dispuesta a hablar en inglés.
Pero eso no quiere decir que sean fríos, al contrario, tienen una vida social bastante activa que va aumentando a medida que se acaban la botellas de vodka. Vodka de todo tipo: de avellanas, fresa, cerezas, mezclado con leche, con naranja… Y si el vodka no calienta el cuerpo, ya se encargan ellos de calentar el vino, echarle unas poquitas de especias y frutas y servírtelo cual poción humeante con el nombre de grzane wino. Si el día que te toca recorrer Rynek sale un poco gris y con el termómetro por debajo de los 10 grados, vas a encontrar esta bebida en todos los sitios.
Si tienes hambre, de la sopa no te puedes librar. Es un plato que comen a diario en Polonia. No falla. Sopa de todos los sabores y colores (pasando del rosa fluorescente de la lombarda al marrón de los champiñones). La más conocida es la Barszcz cerwony, de remolacha. Muy bueno para calentar el cuerpo también. Pero si necesitas algo más consistente, no te pierdas los pierogis! Curiosamente los más típicos se llaman pierogi rusos y son unos raviolis rellenos de una masa de patata aunque los hay de más tipos. Las patatas aquí dan mucho de sí y uno de mis platos favoritos son las placki ziemaniaczane, que vienen a ser unas masas de patatas asadas y acompañadas con salsa de champiñones.
Abundan la carne y los quesos, de todo tipo e incluso con decoraciones! Muy típicos en zonas de montaña en las que encuentras restaurantes al peso donde cada plato lleva carne, como por ejemplo en Zakopane: próximo destino.
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La gran desconocida
Un saludo.