05.11.2012 09:30
El Castelo de São Jorge (Castillo de San Jorge) es una de las atracciones turísticas más conocidas de Lisboa. Situado en una de las colinas más altas de la ciudad (100m sobre el nivel del mar), el castillo ofrece una de las mejores vistas de la ciudad.
Esta fortificación fue construida por los visigodos en el siglo V, fortificado y ampliado por árabe durante el siglo IX, saqueado por los cristianos a finales del siglo XII y entre finales del siglo XIV e inicios el XVI fue la residencia oficial de la realeza portuguesa, donde fue remodelado. En los sucesivos años, este castillo pasó a ser prisión y definitivamente en 1938 fue restaura en su totalidad y conservado hasta nuestros días.
Este castillo, a finales de 1147 con la reconquista lisboeta, apunta uno de los momentos más negros de la historia portuguesa. En 1139 Afonso Henriquez había vencido a los musulmanes en Ourique y así, de este modo, se proclamó Rey de Portugal, trasladándose a Lisboa, el cuál era ahora su principal objetivo. Tras asentarse en el castillo, los musulmanes comienzan el asedio a mitad de 1147, resistiendo durante más de 3 meses y rindiéndose a Afonso Henríquez, donde le ceden el castillo.
A día de hoy, se están llevando a cabo labores de recuperación de restos arqueológicos y obteniendo diversos restos griegos, fenicios y cartaginenses.
Aunque hay que subir una larga cuesta para acceder al castillo, merece la pena, ya que las vistas son impresionantes.
